Madeja Interiorismo Sensorial, fundada por Mariana Márquez, propone proyectos de arquitectura, interiorismo, mobiliario y remodelaciones; con gran experiencia en habitaciones para bebés y niños.

Conocimos el trabajo de Mariana hace un tiempo y la admiración fue mutua; durante meses platicamos acerca de crear algo juntas y el proyecto ideal se presentó. La consigna fue diseñar un espacio pensado para recibir a una recién nacida y lo primero que vino a mi mente fue que era la oportunidad perfecta para trabajar de la mano con Madeja Interiorismo Sensorial.

Acompañamos a los papás en este proceso para definir el espacio donde su bebé crecerá, diseñando un espacio que fomentará su desarrollo, provocando la imaginación y la autonomía. ¿De qué manera logramos esto? utilizando mobiliario que se adapte a cada etapa de crecimiento de la niña tomando en cuenta diferentes corrientes educativas siendo conscientes de la importancia que tiene la formación de los niños para el ser humano.

¿El reto? Transformar la recámara de invitados en un lienzo en blanco para la creación de este nuevo espacio. La inspiración principal para esta habitación fue una ilustración proporcionada por nuestros clientes en donde los protagonistas principales eran animales del bosque y la feminidad de las flores. Con base en estos elementos, diseñamos la habitación; desde el mural que cubriría la mayor parte de las paredes, así como los muebles de inspiración montessori y todos los blancos para cama, baño y cojines decorativos.

El mural fue realizado por una artista egresada del colegio de San Carlos, quien se integró al equipo entendiendo los ejes de este proyecto. Utilizamos colores suaves y cálidos, logrando un ambiente de armonía para la nueva integrante de la familia.

Parte importante del proyecto fue conservar el librero / escritorio que abarcaba toda la pared, dándole una nueva funcionalidad. Aprovechamos el área del escritorio para instalar un espejo tipo montessori con soporte de tres niveles cambiables en función del crecimiento del bebé.

En este espacio colocamos también una colchoneta tapizada con una tela de algodón a rayas blancas y rosas, armonizando con el resto de la habitación, así como cojines decorativos en distintos tamaños y colores. El espacio de pared lo utilizamos para colgar una serie de seis acuarelas reproduciendo los personajes de inspiración. Los demás espacios del librero fueron transformados para que los juguetes y objetos estuvieran al alcance de la mano del bebé.

Los blancos de cuna y el costalito para bebé, fueron bordados con los mismos motivos del mural, creando una continuidad entre el mobiliario y los accesorios. Este tipo de detalles personalizados fueron indispensables para que toda la habitación se convirtiera en un espacio único. 

Agradezco enormemente a Mariana por haber compartido su expertise para este proyecto trabajando de la mano de Co.Diseño, no cabe duda que cuando trabajamos en equipo con otros expertos, nos enriquecemos mutuamente logrando resultados extraordinarios.